Cuidados de personas mayores en zonas rurales. Una visión innovadora

PrensaCuidados de personas mayores en zonas rurales. Una visión innovadora

Cuidados de personas mayores en zonas rurales. Una visión innovadora

Autores: José Luis Balmaceda, Pdte. Fundación Sinergia Humanitaria. Y María José Gálvez, Directora Ejecutiva Fundación Sinergia Humanitaria.

En Chile, la creciente migración de jóvenes procedentes de zonas rurales hacia centros urbanos, ha tenido un impacto significativo en los cuidados de las personas mayores, demandando urgentes soluciones. Conforme al Censo del 2017 ([1]), 2.149. 469 chilenos de este sector etario se ubican en zonas rurales, siendo Ñuble, La Araucanía y Los Ríos las más pobladas, lo que equivaldría a cerca del 12% del total de sus habitantes. Al analizar la cantidad de personas mayores, actualmente 545.000 viven en ruralidad, cifra que se estima llegue a 713.000 al año 2035. ([2]) A diferencia de las zonas urbanas ,⅕ carece de servicios básicos y su composición es mayoritariamente masculina (52-47,9%).

Aun cuando en los últimos 5 años, cerca de 35 mil mayores de 60 años migraron a comunas rurales para pasar su vejez, el problema de fondo subsiste. Pobreza multidimensional (33%), baja educación (42,4% con básica incompleta), hogares unipersonales (22,2%), a lo que se suman soledad no deseada, precariedad económica, escasez de servicios,  oportunidades y profesionales.

Al analizar que ocurre al interior de las familias, tienden a vivir más solas o en pareja que las

personas mayores urbanas y tienen menor apoyo de hijos e hijas, nietos y nietas y de miembros económicamente activos dentro de sus hogares. Desde el punto de vista afectivo, al existir una falta de conexión física y emocional con familiares o personas significativas que están en zonas urbanas, pudiera aparecer una mayor sensación de soledad. Específicamente, en el caso del cuidado hacia la vejez en contextos rurales, se identifican barreras en el acceso al sistema hospitalario, centros sociales o centros de día, siendo la red de cobertura de servicios socio-sanitarios y ayudas públicas más débil que en las zonas urbanas, lo que repercute en que las personas mayores en situación de dependencia reciban principalmente cuidados familiares no remunerados ([3])

Sumado a lo anterior, en las zonas rurales existe una brecha digital mayor, y menos acceso a servicios sociosanitarios, dado que algunos programas solamente existen en zonas donde hay más 200.000 habitantes. También hay lugares de Chile donde es frecuente no tener señal telefónica o de internet. Cabe mencionar la población pehuenche que vive en Alto Bio-Bio. En materia de transporte ( frecuencia y acceso) complejizan la conectividad con las que viven en las ciudades. Respecto de calidad de vida y temas vinculados con la salud mental, dependen en un 50% de variables del entorno, por lo cual en las zonas con mayor dispersión geográfica la calidad de vida se pudiera ver interferida.

El análisis de la realidad internacional en materia de cuidados

Al analizar la realidad Europea, esta no es tan distinta. Uno de los países más afectados por el despoblamiento es España. De un total cercano a los 3 millones de personas que habitan esas zonas, 770 mil son adultos mayores, con un porcentaje que supera los 80 años. Ello ha traído como resultado: cerca de 4 mil municipios redujeron drásticamente su población, la extinción de 25 pueblos, con un común denominador, el “sobre envejecimiento rural”. No obstante, los esfuerzos para contrarrestar esa realidad, incorporando migrantes de otros países, subsiste la duda respecto a su capacidad de arraigamiento en esas regiones, generalmente distantes de los centros urbanos.

Las estrategias para fomentar el envejecimiento saludable y activo han sido acompañadas de acciones que garanticen el bienestar, la accesibilidad a servicios esenciales y la calidad de vida de esta población. Destaca el concepto teórico de “envejecer en el lugar”, que fomenta la independencia de las personas mayores en sus propios domicilios y cuando no es posible, en sus propias comunidades.

La Unión Europea ha propuesto el proyecto intersectorial “Rural Care”, que incluye la opinión de los propios usuarios, junto a empresas públicas y privadas, para entregar el tipo de cuidados que requieran las personas mayores que viven en zonas aisladas; estratifica por condición de salud, funcional y social; y, tiene como objetivo que la persona permanezca el mayor tiempo posible en su vivienda, con un plan de apoyo adecuado a su proyecto individual de vida[4]. Entre las acciones aplicadas en países como Francia, Alemania Italia, Holanda y Suecia, figuran “talleres de actividades físicas, prevención de caídas y estímulos cognitivos”. Más allá de una Estrategia de Cuidados para apoyar a cuidadores y receptores, existe plena conciencia que las personas mayores en zonas rurales enfrentan riesgos específicos vinculados con ” la edad, pobreza, acceso limitado a atención médica y servicios, y falta de transporte público”.

Para responder a dichos riesgos, se han mejorado los accesos a alimentación y servicios sanitarios; ayudas técnicas (sillas de rueda y andadores); mejora del transporte para acceder a servicios médicos y otras actividades; teleasistencia y telemedicina; y, adaptación de viviendas. Se han creado nuevas formas de vida asistida y atención residencial que representan alternativas a la idea estereotipada de tener que elegir entre vivir en el hogar o en un hogar.

La creación de viviendas tuteladas o cohousing, para resolver los cuidados de adultos mayores en zonas rurales, se han transformado en un referente a nivel mundial. Estas ofrecen un enfoque integral que va más allá de proporcionar un simple espacio habitacional. Dentro de las formas de cohousing existe el co-habitar en la misma vivienda donde la persona mayor residía y ampliarla a otros mayores; el traslado hacia zonas donde se entregan los cuidados a grupos de personas mayores frágiles con monitores capacitados en salud; y,  el cohabitar con estudiantes que se encuentran realizando prácticas profesionales o estadías en zonas rurales. Su labor es brindar apoyo en actividades instrumentales de la vida diaria.[5]

Las viviendas de co-housing entregan dignidad y confortabilidad a sus habitantes al contar con áreas comunes destinadas a facilitar la interlocución entre los moradores. Son asistidas por un equipo de profesionales que proveen apoyo psicosocial y comunitario, promoviendo una estrecha vinculación destinada a prevenir la soledad y el aislamiento. Ello, sin que comprometan su “autonomía y autovalencia, pertenencia e identidad, donde cada residente cuenta con un plan de intervención ajustado a sus necesidades dentro de estas viviendas”.  Estudios muestran cómo las personas mayores aumentan su percepción de calidad de vida, pertenencia a una comunidad y emociones positivas,[6] lo cual fue crítico en la Pandemia, siendo una solución muy efectiva para disminuir la percepción de aislamiento social.[7] Países Bajos, implementó exitosamente las llamadas“Villas para personas que viven con Demencia”.[8]

Esta experiencia autogestionada también es popular en los países escandinavos, Italia, los Estados Unidos, Canadá y Japón. En España lideran estos proyectos Cataluña, Madrid y Andalucía, promovidas en su gran mayoría por cooperativas de viviendas en cesión de uso. Santa Clara (Málaga) , fue el primero de cohousing,  fundado en 1991, siendo pionera del  modelo y demostrando la viabilidad de vivir en comunidad con servicios compartidos.

¿Razones de su éxito?: las viviendas requieren ser accesibles y adaptables a las necesidades cambiantes de sus huéspedes; contar con espacios comunes donde puedan compartir actividades e interactuar; lavanderías; cocinas comunitarias; salas de ejercicio; y. bibliotecas. Asimismo, deben fomentar el diálogo intergeneracional, esencial para enriquecer el cohousing; apoyar la autonomía, participación activa de los residentes en las tomas de decisiones, lo que “facilita la creación de un sentido de pertenencia y empoderamiento”; y, ubicación cercana a servicios básicos ¿Cómo resolver en países en desarrollo el cuidado de adultos mayores que viven en zonas rurales geográficamente aisladas? Implementando programas de protección sociales,  con apoyo financiero y servicios; formación de cuidadores locales, proporcionando habilidades básicas de atención (y acercando la salud a los territorios), conocimientos en salud y apoyo emocional; telemedicina y tecnología; transporte público accesible, acondicionado para adultos mayores con problemas de discapacidad física; viviendas asequibles y adaptables, (en España estas acogen entre 8 y 25 personas); prevención del maltrato y aislamiento, sensibilizando a la comunidad sobre el trato respetuoso y la participación de sus integrantes en actividades recreativas; y, desarrollo de redes de apoyo encargadas de contactar adultos mayores con otros miembros de la comunidad, proporcionando compañía, asistencia en labores diarias y apoyo emocional.

En América Latina, Chile, a través del Programa Condominio de Viviendas Tuteladas, administrado por el SENAMA, busca otorgar una respuesta integral a las personas mayores afectadas por una situación de vulnerabilidad socioeconómica. En el caso de Colombia se hace a través de un subsidio para alquilar una vivienda. Su éxito se encuentra vinculado al reforzamiento del programa Condominio de Viviendas Tuteladas; adoptar un enfoque amparado en los derechos humanos; atención centrada en la persona; integración territorial, cercana a servicios de salud y con servicios de salud que trabajen en red[9], transporte público, tiendas y espacios recreativos; apoyo psicosocial y redes de apoyo, creando planes de intervención psicosocial individual y grupal para abordar las necesidades emocionales y sociales de los residentes; preservación de las viviendas, usando un plan de mantenimiento regular para asegurar que las viviendas funcionen en buenas condiciones; y, capacitar al personal y a los residentes en el cuidado básico de las instalaciones; evaluación continua y mejora.

[1] http://www.censo2017.cl/

[2] https://www.confuturo.cl/envejecimiento-rural-para-2035-mayores-de-60-anos-duplicaran-a-la-poblacion-mas-joven-en-zonas-rurales/

[3] https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2022/12/Iinforme-Final-de-Cuidados-rurales.pdf

[4] https://ruralcare.eu/es/

[5] https://www.cchpr.landecon.cam.ac.uk/system/files/documents/DownloadTemplate_38.pdf

[6] https://www.researchgate.net/publication/332697014_The_Impact_of_Co-housing_on_Older_Adults’_Quality_of_Life

[7] https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/26892618.2022.2161031?src=

[8] https://www.bethecareconcept.com/en/hogeweyk-dementia-village-hogeweyk-netherlands/

[9] https://www.fundacioneconomiaysalud.org/2024/02/06/el-impacto-del-entorno-rural-en-los-pacientes-red-sociosanitaria/

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